LA
VIDA ES COMO UN JUEGO DE AJEDREZ
"La vida es como un
juego de ajedrez" algunas veces puedes ser un simple peón, luchando por
estar al frente de todo, tratando de avanzar poco a poco, con mucho coraje y esfuerzo,
pero llega cualquier otro peón con un simple juego te deja fuera de juego.
Otras veces eres como el caballo, dando saltos en puntos estratégicos, vas de
un lado a otro tratando de no derribar o herir a nadie, pero al primer descuido
te derriban a ti y finalmente hasta ahí llegaste. O eres como la torre, rígido,
vas derecho hacia adelante, hacia atrás o hacia el lado, tienes una vida sin
emociones, demasiado predecible. Y el alfil es una pieza menor del ajedrez, que
va avanzando en diagonal, hoy en día necesitamos avanzar de forma estratégica y
silencioso como el alfil. Cuando eres la reina o el rey todo es muy diferente.
La reina se mueve en todas las direcciones para defender lo que es suyo. El rey
va paso a paso, meditando sobre cuál es el mejor camino para continuar. La vida
en ocasiones se asemeja a un tablero de ajedrez. Pero la diferencia es que en
el ajedrez uno sabe perfectamente que piezas están en el tablero, sabe los
movimientos que se pueden hacer y sobre todo las reglas que se deben seguir. La vida es incierta, las personas con las cuales convivimos a
diario son impredecibles, muchas veces no sabemos cuál será la próxima jugada,
nos movemos por nuestros sentimientos, muchas veces dejamos de lado la
racionalidad y además las reglas se suelen romper dependiendo el instante que estás
viviendo, en la vida real cada uno podemos ser la pieza que queramos, finalmente
a lo largo de la partida iremos moviendo las fichas, realizando cada jugada
creyendo que es el mejor movimiento. Muchas veces no sabremos qué decisión
tomar y seremos incapaces de mover. Otras veces necesitaremos sacrificar una o
varias de nuestras fichas. No es fácil hacer esto, pero a veces, cuando una
ficha nos haga más mal que bien, deberemos deshacernos de ella y olvidarla sin
vacilar, no mirar atrás y concentrarnos en que el tiempo no perdona. Tenemos
más fichas que atender, y aparecerán otras nuevas, no podemos perder la
concentración en la partida, porque por mucho que se complique la partida, por
muchas fichas que perdamos o sacrifiquemos, por mucho que nos acorralen, hasta
que el tiempo no haga jaque mate, nuestra partida continuará con nosotros, y
con ella, nuestra capacidad de DECIDIR.
