VIVIR ES APRENDER A VIVIR EL DIA A DIA

Amar la vida es vivir cada momento, ya sea bueno o malo creer en la felicidad es atraer la alegría, aun en los momentos más dolorosos de la vida. Vivir la vida es como si buscaras la belleza de la naturaleza, en medio de los zarzales y cardos

Vivir es aprender contemplarla sin prisa cada mañana con los brillantes rayos nacientes, empezando tu día sin esperar el atardecer sin prisa vivir es aprender a respetar el tiempo, de nuestros semejantes amarte a ti mismo(a) y a los demás sin condiciones.

Vivir es regalar un abrazo, por lo menos una vez por semana evitar discusiones negativas con las personas que te rodean, para convivir con la paz. Vivir es alejarte de la indiferencia, y acercarte a la humildad amando la vida valorando cada segundo valorando los momentos más felices, por más tristes que hayan sido.

Vivir es un regalo, el más valioso porque es un regalo que no se nos da 2 veces para vivir. Vivir es amar todo lo que nos rodea
sonreír y agradecer por cada nuevo día, que nos regala nuestro señor Jesús.

Vivir es dar lo mejor de ti mientras Jesús te conceda la vida, aprovecha mientras tengas a todos tus seres queridos en vida, para que no un día quieras dar lo mejor de ti para ellos quizás para ese entonces ya ha de ser  demediado tarde. Ya no tendrás la oportunidad de darle un grande abrazo de agradecimiento.

A MI PADRE Y MADRE

Te fuiste de mi lado mamita y papito.  En silencio fue su partida. Mi corazón se ha desangrado  por tan súbita despedida de ustedes. Su espíritu luchador  a la vida se aferraba.  Más Dios, desesperado,  a su lado les llamaba. En ángeles se han convertido. Velando por nosotros están. Aguardando que se cumpla la cita  de reunirnos en la eternidad.

Sin embargo, me parece tan lejos... Quisiera ahora poderles abrazar. Les busco, les llamo. No los encuentro. Díganme... ¿Cómo me he de consolar?  Su amor incalculable  mis faltas por alto pasaron.  Porque el querer de una madre y un padre,  ese, no tiene comparación.  Sé que en el cielo habitan.  Al lado de Dios han de estar. Aguardaré paciente el día en que nos volvamos a encontrar. 

Entonces será para siempre.  Nada ni nadie nos podrá separar. No temeré cuando llegue mi momento  pues su presencia me confortará.  Me esforzaré por ganar el cielo  para no perderles nunca más. Mientras tanto, guíen mis pasos.  Iluminen mi senda, enséñame el camino. 

Que su presencia me rodee siempre  hasta que se cumpla mi destino,

Les amo papitos nunca los Olvidare.